lunes, 8 de septiembre de 2008

Ahí está, esa bella dama mirando desde lo alto de la torre a la lejanía, esperando ver acercarse a su caballero, han pasado muchos días desde que su amado salio a la batalla... en el pueblo se escuchaba que aquel valiente caballero había luchado casi que hasta la muerte llevando a sus hombres a la victoria, con la única verdad para él regresar junto a su dama, esa mujer que le amaba que le entregaba todo sin medida, todo le daba solo por amor, ese mismo amor que el sentía por ella, esa mujer era su fuerza, su valor, era su vida... esa misma mujer era la que vibro al ver a lo lejos esa armadura de aquel hombre que la hacia suspirar, de quien recibía las palabras mas hermosas, las caricias mas dulces. Salio a toda prisa a su encuentro feliz de tenerlo nuevamente en casa porque sin el nada era igual, él al verla bajo de su cabello la estrecho fuertemente entre sus brazos y aprisiono sus labios con un beso con el que le decía cuanto la extraño y cuanto la amaba... un suave te amo salio de los labios de ella y los volvió a unir a los de el, perdiéndose en ese beso tierno y apasionado!.

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