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Era una mañana de enero, sentada azucena como siempre en la ventana de su casa esperaba que su madre terminara de empacar su maleta para dejarla en casa de sus abuelos como todos los días junto con su hermanita antes de marcharse a su trabajo; al ver que su madre sale de la habitación con todo en mano azucena se despereza coloca sus pies en el suelo y se dispone a salir. De camino a la casa de su abuela su madre le decía que comiera todo lo que su abuelita le preparara, que no hiciera muchas travesuras y sobre todo que cuidara siempre de su hermana por que era muy pequeña.
Al llegar a la casa de sus abuelos azucena sale corriendo hacia al patio, que era muy grande, su lugar preferido para estar. Allí habían plantas, loros, tortugas, era algo maravilloso para ella, era sensacional, las horas pasaron y pasaron y llego la noche, pero lo que Azucena no sabía era que esa noche iba a ser diferente, sucedería algo que combaría su vida.
La madre de Azucena siempre llegaba sobre las 7:00 de la noche cenaba y luego se marchaba junto con sus pequeñas a casa a descansar y asi comenzar de nuevo su rutina la mañana siguiente; pero está noche algo le decía a Azucena que su madre no llegaría, era tan fuerte esa sensación que se acerco a su abuela y le dijo: Abuela mi madre esta noche no vendrá por nosotras... Su abuela la miro, la sentó sobre sus piernas y le dijo: Si que vendrá, solo que se ha retrasado un poco, duerme, ya te despertare cuando llegue. Azucena la miro y cerro sus ojos.
Eran las 12:30 de la madrugada cuando se oyen unos golpes en la puerta de casa de los abuelos de Azucena, el abuelo se levanta de la cama, sale del cuarto mientras los ojos de su nieta lo seguían sabiendo ella que algo malo sucedía, de pronto se escucha un grito desgarrador , Azucena salta de la cama, llega al salón y encuentra que sus abuelos lloraban, los vecinos se acercaban a escuchar la noticia , la pobre niña no comprendía que estaba sucediendo, de pronto alguien la mira y nota que se encuentra sentada en uno de los sofás atónita, confundida y sin entender nada, camina hacia ella la abraza y le dice con una voz muy suave y con palabras lentas : Tu madre ha muerto!, Azucena solo veía el rostro de esa mujer como sus labios se movían lentamente… de pronto mira a su alrededor y todo estaba diferente, personas que hablaban y hablan pero no los podía escuchar, cerro sus ojos fuertemente y cuando los abrió se encontró con la mirada de su pequeña hermana y recordó las palabras que su madre le dijo aquella mañana antes de dejarlas : Cuida siempre de tu hermana recuerda que es pequeña
