Ese vacío extraño en el pecho. Ese abismo que se siente y no se entiende, es que la inocencia cobra su precio... No se entiende, solo se siente el miedo que estremece, es un torbellino que se acerca y amenaza con tanta fuerza que el rincón mas lejano es el mejor refugio, agachada con la cabeza entre las rodillas y el rostro lleno de lágrimas espera que se aleje y no destruya el alma... Esa alma ingenua que creyó que valía la pena esperar...
domingo, 27 de octubre de 2013
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