miércoles, 1 de septiembre de 2010

SIN NOMBRAR

Entre dudas y mentiras, vive el alma de quien entrega el alma sin medida. Expuesto a cualquier engaño y al juego...al dolor y al sufrimiento.
Viviendo en el espejismo de un amor vano, que solo es real en su imaginación, pero que al salir de ese lugar mágico la cruel realidad golpea fuerte, tan fuerte como golpean las olas del mar entre las rocas.
No hay forma de evitar la desilusión, cada día la incertidumbre de lo que puede suceder toma fuerza creando un gran torbellino de dudas, temores y lo peor de todo, sin saber cuanto durara este revolcón.
Solo se está en esta amargura, porque solo se ama, lo que parece recíproco es solo un espejismo de nuestra soledad, de nuestro afán de querer sentirse amado y necesitado...

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