viernes, 25 de marzo de 2011

Una banca vacía

De lejos se puede ver,
Sola, vacía, esperando. Sí, esperando que alguien pase muy cerca de ella y pueda ver que es bella,
que debajo de tanto polvo hay algo hermoso, aunque el tiempo ha pasado y ha dejado huellas en ella, sigue siendo hermosa. Antes de estar tan sola era la más admirada por todos, todos la querían, muchos corrían al verla, era la compañera de lectura, de tertulias, la confidente y cómplice, la mejor de todas. Sabia escuchar, te dejaba llorar, emborrachar, gritar, soñar...Hoy nada hay, se olvidaron de ella, quizás envejeció; sólo queda el recuerdo de esos bellos tiempos tan bellos como sus propios sueños, esos que a nadie pudo contar porque solo sabia escuchar, sueños que guarda aun en su corazón esperando que alguien algún día los quiera escuchar y pueda hacerlos realidad. Mientras esto suceda seguirá allí.
De lejos se puede ver.

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