sábado, 11 de enero de 2020

Con el mundo de cabeza, los días van pasando y la humanidad acabando, por momentos pienso que cada segundo de lo vivido no tiene sentido, no lleva a ningún camino, pero miro a lo lejos y puedo ver que no está tan lejos todo aquello que espero encontrar al final de lo vivido, no hay miedos ni remordimientos, quizás un poco de soledad que para mi se define en libertad, libertad para soñar, para reír y para olvidar, olvidar lo que alguna fue y no fue; libertad de sentir y suspirar, libertad para llorar, odiar, perdonar y olvidar. Libertad para comenzar una vez más.

No hay comentarios: